Soldadura plástica en reparación de tanques de PE
Dentro del ámbito industrial, la soldadura plástica es una excelente opción para la reparación de tanques de polietileno. Estos tanques se encuentran en una variedad de tamaños y resistencias. Usualmente cuenta con largos periodos de garantía debido a su durabilidad, pero también es común que existan imprevistos y accidentes que produzcan fugas o grietas. Es importante, antes de comenzar cualquier reparación, que los encargados de proceso examinen si posible recuperar el equipo. Si es el caso, la soldadura plástica está lista para ayudarte.
Identificación de material
Como en cualquier maniobra de soldado con termoplásticos, es importante identificar el tipo de plástico que vamos a reparar. En el caso del polietileno, debemos tomar en cuenta si es de baja o alta densidad. Recuerda la regla de dedo: puedes soldar de baja a alta, pero nunca al revés. Esto significa que puedes usar soldadura de LDPE para reparar tanques de HDPE, pero nunca en el caso inverso.
Preparación
El tanque en cuestión debe ser drenado en su totalidad y secado antes de cualquier reparación. Si este almacenaba algún químico, se debe asegurar que este haya sido removido con otros químicos de limpieza para evitar incendios o reacciones. Una vez preparado, se debe hacer la limpieza y lijado de la grieta o fuga. Se debe dejar bien lisa y limada para evitar que residuos sólidos se mezclen con la soldadura. Estos producen burbujas o no permite que se adhieran las superficies. Se recomienda limpiar también con alcohol isopropílico para quitar cualquier otra sustancia que quede en el área de la reparación.
Una vez que el área de trabajo está en óptimas condiciones, la herramienta más versátil que podemos usar aquí es una pistola de aire caliente. Antes de aplicar calor sobre la grieta, utilizamos una herramienta rotativa para generar un canal en “V” a lo largo del área a reparar. Luego, se aplica calor a lo largo de toda esta área para dejarla maleable y lista para fusionarse con la soldadura.
Después, se derrite la punta de la soldadura y se aplica sobre la grieta. Aplicando calor de forma uniforme, vamos presionando hacia abajo la soldadura. Esto crea una especie de “L” que vamos guiando por el canal que troquelamos y este va fundiéndose y llenándolo. Repetimos el proceso a lo largo de todas las grietas, llenando todos los recovecos. Finalmente, cuando la soldadura ya se enfrió, se lija y pinta para dar el acabado final.
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