Termoplásticos: están en todos lados
Vivir en este mundo en la actualidad implica que hemos escuchado al menos una vez palabras como polietileno, poliestireno o policarbonato, por mencionar algunas relacionadas con plásticos. Todos estos son polímeros que entran dentro de la categoría de termoplásticos.
Algo que tal vez no tengamos tan concientizado lo comunes que de hecho ya son en nuestras vidas, prácticamente nos rodean en muchas de las cosas de las que echamos mano en la vida diaria. Esto es debido a las propiedades que poseen como tener una estructura molecular simple que les permite que cuando se calientan se pueden moldear fácilmente, pues se logran ablandar o derretir con relativa facilidad y esto permite que a la vez se puedan fusionar. Estos procesos de calentamiento y enfriamiento se pueden estar repitiendo de manera casi indefinida, lo que da la ventaja de poder reutilizarlos, abaratando sus costos.
Hablando de la parte técnica de lo que son en sí los termoplásticos, estos se encuentran dentro de la categoría de polímeros que tienen la capacidad de poderse someter a fundición y remodelación, como mencionamos arriba, de manera casi infinita. Si son sometidos a calor se derriten, y al enfriarse se endurecerán. Así como mencionamos que entre los termoplásticos más famosos encontramos el poliestireno, el policloruro de vinilo, el polipropileno, el policarbonato y poliestireno entre los más comunes, a continuación mencionaremos algunas de las aplicaciones más comunes que tienen dependiendo del tipo de termoplástico.
Los policarbonatos los podemos encontrar en los ahora ya casi extintos CDs y DVDs, en las botellas para bebidas de las cuales hacemos uso prácticamente en nuestra vida diaria, igual que en los recipientes para alimentos y hasta lentes de sol, entre otros.
El polietileno podría decirse que es el termoplástico que encontramos de manera más habitual en la vida diaria, debido a que se utiliza en las bolsas para comestibles, todo tipo de botes como los que se usan para el champú, y hasta en chalecos antibalas.
El acrílico butadieno estireno o por sus siglas ABS, lo encontramos de manera recurrente en material deportivo, una gran parte de las piezas de nuestros automóviles, y también en mucha de la juguetería que usan nuestros niños como son las piezas de LEGO.
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