Equipos de aire caliente: soldadura plástica básica
Cuando hablamos de todos los diferentes métodos para aplicar soldadura plástica, los equipos de aire caliente son de los más versátiles y económicos en el mercado. Gracias a la relativa facilidad de operación y su maniobrabilidad, son perfectos para muchos tipos de operaciones diferentes.
¿Cómo funciona?
Su funcionamiento es muy básico: al igual que una secadora eléctrica, este equipo calienta un flujo de aire con una resistencia eléctrica. Este aire caliente se concentra a través de una boquilla que lo dirige a un punto específico, derritiendo el plástico a soldar.
Cada plástico tiene un punto de fusión (la temperatura en la que se derrite) diferente. Los equipos de aire caliente pueden operar en un rango de entre 20 hasta 700 °C. He aquí una pequeña lista de temperaturas por material:
- ABS: 350ºC
- Acrílico: 350ºC
- PVC 220: 300ºC
- Hypalon: 600ºC
- Lucobit: 600ºC
- Policarbonato: 350ºC
- Polietileno (duro): 250 - 280ºC
- Polietileno (suave): 270 - 300ºC
- Poliisobutileno: 600ºC
- Polipropileno: 300ºC
- Polistirol: 250ºC
- Polifluoruro de vinilideno: 350ºC
Una de las grandes ventajas de estos equipos es que, al ser la fuente de calor de origen eléctrico, es posible ajustarlos a temperaturas exactas para cada material. Muchos de estos vienen con una perilla numerada. Dentro de su manual de operación, usualmente viene una lista de los diferentes plásticos y qué número de la perilla debe usarse para la operación de soldado.
¿Cómo realizar la soldadura?
Lo primero es preparar las superficies a ser soldadas. Se deben limpiar y lijar para evitar que sedimentos, barreduras u otros elementos se metan a la unión y debiliten su fuerza. Se debe crear un camino lijado en forma de “V” a lo largo de donde se hará la soldadura. Esta “V” será donde el material de aporte se derretirá y formará la unión con el plástico original. Si lo que se suelda no son piezas sino una grieta en un equipo, se recomienda perforar un pequeño hoyo al final de las puntas de la grieta para evitar que esta siga creciendo durante el proceso de soldado.
Una vez preparada la superficie, se realiza el punteo. Con una boquilla especial para punteo, se pasa el equipo a lo largo de toda unión para suavizarla con calor. Una vez terminado, se procede a fundir el material de aporte sobre la brecha en “V”. Se deja enfriar, se lima y se termina el acabado. La unión está lista.
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